Existe un instante que muta según el momento del año.
Un instante en el que los rayos del mañanero sol atraviesan las hojas del ficus e ingresan por la pequeña ventana del baño.
Un instante, en el que la luz rebota saltarina, en las paredes, dibujando estelas mágicas y algún que otro arco iris.
Un instante diminuto: hoy, 17 de marzo, fue entre 9:7 y 9:11.
Luego desapareció, siguió un recorrido que ya no pude presenciar.
Será posible que ser testigo de ese instante me de tanta alegría?!
Sí...
A.M.A.