viernes, 14 de agosto de 2020

NEGRITA Y CATA

No hay mañana en la que Negrita (la perra) y Cata (la gata) no se huelan y rocen para reconocerse.
Como si fuera la primera vez que se ven realizan cada día el mismo ritual. Intuyo que ambas a partir de ese "conocimiento primal" comienzan su jornada aceptándose y respetándose...me quedo pensando en nosotros, animales humanos, que tantas veces damos por sentado al otro, ya sea familiar, amigo, vecino, como si supiéramos como está, que siente, que lo alegra o entristece. Sin "verlo", aún cuando estamos frente a él.
Hoy mantener la distancia social, sin besos ni abrazos por la pandemia, no invalida ofrecer una palabra, un gesto amoroso, la escucha atenta, un mensajito, un llamado. En síntesis, tenernos presentes.

Que este tiempo, tiempo bisagra, nos regale la oportunidad de aprender a ser individuos: de una sola pieza, más íntegros, más compasivos. 

A. M. A.


SUBLIME

 Existe un instante que muta según el momento del año. Un instante en el que los rayos del mañanero sol atraviesan las hojas del ficus e ing...