domingo, 30 de julio de 2017

DEL ESCUCHAR

No alcancé a llegar al andén que el tren ya había arrancado.
Tuve que esperar para tomar el próximo...entonces me senté y cerré los ojos físicos. Al privilegiar los sentidos del oído y del olfato descubrí un mundo:
- No tiene el mismo andar el que calza zapatillas del que calza zapatos y suenan muy distintos!.
- El roce de las piernas al caminar de los que visten pantalones de jean es diferente del que viste uno de gabardina.
- Identifiqué muchos pasos apurados, con prisa y muy pocos tranquilos, calmos.
- Percibí con placer el aroma de aquellos que se habían bañado y perfumado inundando gratamente por unos instantes el lugar.
- Y también el olor a comida y transpiración en la ropa que, quizá, hace rato no se cambia.
- Me sacaron una sonrisa unas lejanas pero contagiosas carcajadas.
- Escuchar estornudos y toses varias me hablarón de posibles resfríos en puerta.
- Cada tanto me llegaba el chasquido de algún encendedor y casi al instante el penetrante aroma del cigarrillo.
- Distinguí entre muchos pasos algunos cansinos, como si arrastraran los pies: tristeza, cansancio, vejez?
- Me alegraron las voces de los niños, se escuchaban inquietas y entusiastas, claro, están de vacaciones!
- El ladrido de los perros callejeros llegó hasta mí como una conversación: imaginé que hablaban desde un andén al otro.

- El canto de aves varias llenaron de melodía el lugar. Pude distinguir cuatro variedades.
- Ni hablar del sonido de los celulares...impresiona.
- Finalmente todos los aromas y sonidos de alguna forma misteriosa fueron
agrupados por los acordes de la guitarra de ese chico que endulzó la espera en el andén.
- A lo lejos escuché el silbato del tren.
Y sólo habían pasado 10´!!!!
A. M. A.

Ilustración de Brad Holland.

SUBLIME

 Existe un instante que muta según el momento del año. Un instante en el que los rayos del mañanero sol atraviesan las hojas del ficus e ing...