viernes, 24 de abril de 2020

OQUEDADES

Acostada y en silencio
con los ojos cerrados
busco y percibo los
huecos corporales.
Los descubro y recorro
pacientemente.
Los imagino:
la cavidad de los ojos,
sobre la boca,
el surco subnasal.
El hoyuelo del mentón
y más abajo
el huequito sobre el esternón.
Las axilas y
las palmas de las manos,
El ombligo.
Por detrás
un espacio hueco debajo del cráneo
y en contacto sutil con la tierra,
que le dará más o menos profundidad,
las curvas cervicales
y lumbares.
Las rodillas y sus poplíteos.
Los arcos de los pies...
Huecos que invitan
a ahondar en ellos para
armar un cuerpo presente,
un cuerpo que viva y respire serenamente
entre tanta pantalla plana.

Fotografía: Tolatra Ramboasolo

SAVASANA

Jueves ventoso. Como un ojo la luna a través de la ventana, escolta el savasana. foto: Serena Naclerio (Italia)