COTIDIANO

 Despierto a las siete, remoloneo en la cama y después de estirarme un poco me levanto. 

Al ingresar al baño un primer rayo de sol me pega en la cara. Sonrío.

Llego a la cocina para desayunar, tratando de esquivar a Cata que camina maullando entre mis piernas y me encuentro con la luz de la mañana en todo su esplendor filtrándose a través de las cortinas amarillas.

La sonrisa se transformó en alegría. Qué bendición este día, este instante, gracias!!!

A. M. A.

DE CUMPLEAÑOS...

Ayer, 13 de octubre, cumplí 55 años. La carta natal me presenta como una libriana con luna en tauro y ascendente en leo pero la maya lo hace diciendo que soy Noche Cósmica Azul, y la china: Serpiente de madera, ohhhh!. En eneagrama tengo muuuuuchas características del eneatipo 9 pero la numerología OmKin-Kay aclara que mi misión es 8, uffff! que mezcla, jajajaja! estoy convencida que tengo un poco de todas esas características amalgamadas, y más, mucho más!

Nací un miércoles de octubre de 1965 durante la presidencia de Don Arturo Illia. Ese día hubo un paro de transporte y mis tías contaban, que fueron a conocerme al Sanatorio Mitre de Avellaneda, en un carro que las acercó hasta allí. Buen comienzo, eh?

Mi madrina recuerda que papá me presentó diciendo: "tenemos una Adriana Marcela"...Y esas palabras pasaron casi desapercibida por mí hasta hace algunos unos años en que la ficha cayó justo, justo dentro de mi corazón: el acrónimo de mi nombre completo es A.M.A., sí, AMA!!

Y si tenía alguna duda al respecto de mi camino eso terminó por develar el sentido de la vida. Busqué y busco hacerlo humildemente (con grandes tropiezos sin duda), desde el lugar que me toca como compañera, madre, abuela, hermana, amiga, tía etc, etc y acompañando también desde dos de mis grandes pasiones: el yoga y las Esencias Florales... 

Solo me queda agradecer...

A. M. A.

PRÁCTICA

"El cuerpo es como un océano repleto de tesoros ocultos. Ingresa a su recámara más profunda y enciende la luz."

Mirabel

Practica diaria sencillita para estos tiempos, para todos los tiempos: Tomate unos minutos al día para sentarte cómodamente con la columna larga, los pies en contacto con la tierra y la coronilla apuntando hacia el cielo. Relajá tus brazos, manos y hombros.

Disponete a observar tu respiración, dejá que el movimiento pendular de la inspiración y la exhalación sea el foco de tu atención. Observa como el cuerpo lentamente se va anclando en ella sintiéndote cada vez más sostenido y apoyado...acepta lo que surja mientras respiras conscientemente: pensamientos, emociones, sensaciones corporales...y dejalos pasar.

Intentalo por varios minutos. Hoy pueden ser 5 minutos, mañana quizá 7, y si notás que te distraes, no pasa nada, volvé una y otra vez a la respiración: ancla y guía, llave maestra para acceder al presente.

A. M. A.