"...pero preferí averiguar
qué eran los dos bultos
que me nacían en la espalda
y echarme a volar"
B. Abad
Y un día descubrió que tenía alas varias.
En el cuerpo, el hueso esfenoides (la mariposa de la cabeza!), los omóplatos, la maravillosa pelvis. Y por allí anduvo investigando, sintiendo, movilizando...
Con los años comenzó a intuir la existencia de otras, unas muy especiales por su singularidad.
Estaban sutilmente escondidas y esperaban su descubrimiento. Viajando hacia su hondura las encontró. Eran las alas del alma. Ahora se dedica a volar junto a otros creando redes...vuelos interiores le dicen.
A. M. A.