Desempolvé la bicicleta y la puse a punto para trasladarme más fácilmente a la pileta. Incluso le pedí a Chiche, el bicicletero, que le agregue unos pedalines para llevar a Naza de paseo y un timbre precioso con un mandala impreso.
Con el correr de los días comencé a notar que me hacía falta un espejo retrovisor si quería manejar correctamente.
Esa falta me llevó a pensar en la vida: y sí, en algunos momentos del camino para seguir avanzado tengo que mirar hacia atrás. Parece una contradicción, no?
Mirar hacia atrás no para quejarme o victimizarme sino para aprender y continuar.
Pasado, presente, futuro: será que los tres coexisten o se fusionan AHORA? uffff!! mejor sigo pedaleando...
A. M. A.
miércoles, 10 de abril de 2019
MUNDO VEGETAL
Se buscaron
y fundieron en un abrazo.
Entrelazadas
se acompañaron un trayecto hacia el sol.
Y en el tiempo que estuvieron juntas
no se confundieron:
eran singulares en la unidad.
Mientras duró, el aprendizaje fue tan intenso,
que ni la inconsciente poda destruyó esa unión.
A. M. A.
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