Una única gota de rocío se deslizó por la hoja del potus y por un instante fue atravesada por la luz del sol de la mañana. Luego cayó suavemente, con delicadeza, sin estridencias sobre ese cuarzo cordobés que tanto atesoro...debo reconocer que me impactó profundamente.
Estaba justo, justo allí, en ese instante y agradezco haber sido testigo de la simpleza y profundidad de la Vida. Somos como esa gota, venimos del gran océano y volvemos a él pasando antes por la tierra pero en ese tránsito, durante esa brevedad, es posible llegar a transparentar la Luz. Ojalá.
A.M.A.
Ojalá del árabe "law sá llah", si Dios quiere.