martes, 27 de octubre de 2020

COTIDIANO

 Despierto a las siete, remoloneo en la cama y después de estirarme un poco me levanto. 

Al ingresar al baño un primer rayo de sol me pega en la cara. Sonrío.

Llego a la cocina para desayunar, tratando de esquivar a Cata que camina maullando entre mis piernas y me encuentro con la luz de la mañana en todo su esplendor filtrándose a través de las cortinas amarillas.

La sonrisa se transformó en alegría. Qué bendición este día, este instante, gracias!!!

A. M. A.



SUBLIME

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