Contemplar el amanecer
ofreciendo una paleta infinita de colores.
Contemplar las asclepias
ofrendándose como alimento de las orugas.
Contemplar el plácido y confiado descanso
de la gata que nos eligió como familia.
Contemplar a mi compañero
en su creatividad desbordante y su indignación por la realidad que ve.
Contemplar-me en las dudas, enojos, engaños, miedos
de este instante.
Contemplar las sombras que emito y
los espejos que me devuelven una y mil imágenes,
para intentar acercarme a una mirada desnuda y limpia,
despojada de filtros, retoques y capas de maquillaje.
Contemplar atentamente para comprender...una aventura interior!
A. M. A.