Al llegar a su hogar las plantas me hablaron de ella...un pequeño jardín de crasas, cactus y suculentas irradiaban ALEGRÍA.
Me recibió cordialmente en su sencillo y acogedor gabinete: semioscuridad, muchas piedras semipreciosas, ángeles y libros.
Cuando sus manos de aceites esenciales, piedras y ungüentos se apoyaron
en mi espalda, ambas supimos que ese era un momento SAGRADO.
Lo denso y lo sutil en una danza sanadora me invadió y experimenté ese masaje como un ENTRAR nuevamente en la espiral de la vida...qué aliviador!
Gracias Cristina!
A. M. A.
jueves, 14 de junio de 2018
Suscribirse a:
Comentarios (Atom)
SON SESENTA
No existe registro del momento, solo un video de mi reacción. Guardaré en la retina la imagen de todos paraditos y cantándome el "cump...

-
Días de calor agobiante, AHORA algunas gotas de lluvia y la respiración de la naturaleza aliviada... escuchás sus palabras de agradecimie...
-
Hay situaciones a las que no quiero acostumbrarme, ni quiero normalizar la desigualdad que día a día observo crecer despiadadamente a mi ...
-
"Instante eterno...No se distiende en el tiempo, porque dejaría de ser efímero, sino que profundiza en el tiempo. A esa profundidad l...