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- "para entrar a mi casa hay que recorrer un largo pasillo que POR AÑOS estuvo bordeado por malvones de variados colores. Mi hermano era una persona que vivía enloquecida con el trabajo y quejosa a más no poder. Pero un día decidió tomar clases de yoga...al cabo de un tiempo (bastante) empezó a mostrarse más tranquilo, se empezó a tomar más tiempo para disfrutar a sus nietos y jugar con ellos, en fin, se lo veía distinto, genuino. Pero lo que me terminó de decidir y COMENZAR CON YOGA fue que un día llega a casa y me dice con alegría: - qué hermosas flores bordean el pasillo!, que marco le da a la casa! ¿cuándo las plantaste?!!!!!!."
Qué hermoso, no? cada uno recibe el llamado desde distintos lugares. Y por lo general es a partir de lo MÁS SENCILLO y SIMPLE.
Por supuesto que el yoga fue simplemente un medio, un instrumento que evidentemente él aprovecho muy bien. Podría ser cualquier otra cosa que nos lleve gentilmente hacia el interior.
Lo importante, creo, es que comprendió que el secreto es estar presente en lo COTIDIANO, en el día a día, en los dolores y en los placeres. A veces esperamos los grandes cambios en nuestras vidas cuando la cuestión pasa por DARME CUENTA de lo que ya tengo. Quizá soy millonario y no me percate de ello...todavía.
A. M. A.
