Nos encontramos en un sueño otra vez.
Voy atesorar por siempre tu cara entre mis manos
y la transformación sublime de tu rostro
ante el amor que surgía de mi corazón.
Qué regalo despertarme y re-cordarlo.
Qué alegría saberte allí, tan lejana pero tan cercana.
Siempre presente, siempre acompañándome.
Gracias!
A.M.A.