Al atardecer me crucé con él.
Iba solito por la calle empujando su carro de tres ruedas con parlante incorporado. Sonaba fuerte un tema de Horacio Guaraní: "si se calla el cantor, calla la vida. Porque la vida, la vida misma, es todo un canto..."
No es la primera vez que me lo cruzo, casi siempre anda con otras personas pero hoy estaba solo por esa calle solitaria.
Iba llevando a la mamita a la curva de Burzaco. Eso me dijo cuando me acerqué a saludarlo. Me dió un beso y la bendición.
Él es el cura de la parroquia San Cayetano y la mamita, representada en una imagen de la Virgen María...cerré mi día con una sonrisa en el corazón. Los mensajes siempre llegan a tiempo.
A.M.A.
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