Despierto a las siete, remoloneo en la cama y después de estirarme un poco me levanto.
Al ingresar al baño un primer rayo de sol me pega en la cara. Sonrío.
Llego a la cocina para desayunar, tratando de esquivar a Cata que camina maullando entre mis piernas y me encuentro con la luz de la mañana en todo su esplendor filtrándose a través de las cortinas amarillas.
La sonrisa se transformó en alegría. Qué bendición este día, este instante, gracias!!!
A. M. A.
El milagro de la luz en las pequeñas cosas.
ResponderBorrarQue siempre brille querida Adri.
Un abrazo y gracias por tu cercanía y amistad.
Gran abrazo Adriana!
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ResponderBorrarPlease read my post
ResponderBorrarTe busco. Saludos!
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